¡Griñán, defienda Almería!

Carmen Crespo Díaz

Alcaldesa de Adra y Parlamentaria Andaluza

La agricultura está manteniendo, desde hace meses, una partida de ajedrez con la Unión Europea, a fin de evitar el ‘jaque mate’ de un sector que pondría en riesgo el futuro de Almería. Agricultores y organizaciones agrarias han sabido ir de la mano para unir sus voces en contra del acuerdo lesivo con Marruecos que, de no ser retirado, será aprobado definitivamente en Europa en un par de semanas.

Unas voces que se han escuchado en el parlamento europeo y a los que el gobierno español ha hecho ‘oídos sordos’ y que ahora tenemos que amplificar todos los almerienses, pues debe ser aquí donde germine el motor y la defensa de nuestro mayor sello de identidad: ser la ‘Huerta de Europa’.

No nos valen gobernantes de ‘alfombra roja’ que acudan a Bruselas sin propuestas coherentes, sin exigencias, sin proyecto consensuado con organizaciones agrarias y resto de formaciones políticas preocupadas por la realidad de un campo que verá mermado ‘el cheque europeo’ y una caída vertiginosa de la renta agraria.

Con la cuenta atrás en marcha, los almerienses, no nos podemos conformar con la actitud del presidente Zapatero, de mirar a otro lado, dilatando un problema ahora insostenible, o la postura del presidente Griñan de trabajar más de ‘cara a la galería’ que en la verdadera defensa de un sector que ha sido fuente de riqueza y desarrollo de Andalucía. Ha sido la agricultura quién hizo resurgir a Almería del desierto, con tierras fértiles que, trabajadas de sol a sol, supusieron hasta el 25% del PIB andaluz. Negar las contribuciones económicas y sociales que la agricultura nos ha dejado sería injusto, al igual que lo es la falta de defensa del gobierno andaluz y español en la UE que evite los acuerdos lesivos con Terceros Países o la reducción de las ayudas de la PAC.

Y es que, unos y otros, harán a Andalucía perder peso en Europa y renta agraria. Están en juego 1.600 millones de euros en ayudas, en el caso de la PAC, y la supervivencia del sector hortofrutícola almeriense. Por eso, creo que Almería merecía algo más que el silencio del presidente Griñan en su visita a Bruselas, donde no se le ha oído preguntar o rechistar por un acuerdo que cierra las posibilidades a los agricultores almerienses.

La visita a Bruselas de Griñan ha sido decepcionante, al no llevar ‘en cartera’ asuntos cruciales para la defensa y reflote de nuestra agricultura, ni propuestas que eviten la retirada de las ayudas de la PAC, la puesta en marcha de instrumentos de recuperación de renta, del establecimiento de criterios de diferenciación de ayudas directas o el impulso de controles férreos a Marruecos para evitar el hundimiento de las hortalizas de Almería. Lo cierto es, que el presidente Griñan se dejó en Andalucía el consenso del campo, pues su objetivo era más la política de marketing que la efectiva. Ahora, sobran fotos y discursos generalistas, los agricultores precisan propuestas y gobernantes capaces de coger ‘el toro por los cuernos’ para defender lo nuestro.

La agricultura es un sector que lleva años generando empleo, una de cada tres familias vive directamente de él en Almería. Es preciso un compromiso firme de la Junta de Andalucía que sólo tiene que contagiarse del espíritu de los agricultores almeriense o de Javier Arenas quien, conocedor de estas tierras, está luchando con uñas y dientes, incluso en Europa, para defender un sector que ha demostrado con creces ser el único colchón para frenar la crisis: la agricultura.